El intercambiador de calor es una pieza clave en cualquier sistema de refrigeración industrial; desde los que se usan en alimentos, hasta los especializados en medicamentos y otros productos químicos. A continuación veremos cómo funciona, y cuáles son los diferentes tipos de intercambiadores disponibles.
¿Qué es un intercambiador de calor?
Se trata de un dispositivo que permite el intercambio térmico entre dos fluidos. Para lograr el efecto de la disminución de temperatura, uno de los fluidos absorbe el calor del otro para volverse a enfriar y repetir el ciclo.
Un intercambiador de calor se utiliza como condensador, evaporador, economizador y enfriador. Sirve para calentar o enfriar fluidos, ya sea gases (como el amoníaco o cualquier otro compuesto refrigerante en un sistema frigorífico), líquidos como agua e incluso de alimentación como leche, cerveza artesanal, etc.
Colocado antes del proceso de condensación, el intercambiador de calor optimiza el uso de energía para el ciclo de refrigeración.
¿Cuáles son los tipos de intercambiadores de calor?
En general, los intercambiadores de calor se dividen en dos clases:
- De contacto directo, en los que el intercambio térmico ocurre entre dos fluidos que entran en contacto entre sí. Un ejemplo son las torres de enfriamiento.
- De contacto indirecto, en los que ambos fluidos realizan intercambio térmico mediante una superficie o espacio que los separa. Entre éstos, podemos encontrar los siguientes:
- Intercambiadores de casco o tubo, en los que los fluidos circulan por medio de una tubería dentro de un casco cilíndrico.
- Intercambiadores de doble tubo, que consta de dos tubos concéntricos. Uno de los dos fluidos circula por el tubo interior, y el otro por el espacio entre los dos tubos.
- Intercambiadores de calor de placas. En éstos, los fluidos pasan por separado a través de placas de acero. La superficie de estas placas es donde se realiza el intercambio térmico.
Ventajas del intercambiador de calor de placas
Un intercambiador de calor de placas es más ligero, sencillo de instalar y conveniente que los otros tipos de intercambiadores; dura mucho más y es también más fácil de mantener. Por lo mismo, se usa en procedimientos que requieran mayor higiene, como la pasteurización de la leche. El dispositivo admite un diseño flexible en cuanto a las dimensiones, tipo de material de las placas y el tipo de fluido que se planee utilizar.
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