¿Qué es el proceso de refrigeración?
La refrigeración es el proceso por medio del cual se consigue una disminución de la temperatura de fluidos o cuerpos en general. En términos técnicos, el proceso de refrigeración se trata de una disminución de calor y se puede conseguir a través del uso de hielo, nieve, agua fría, o por métodos mecánicos.
La refrigeración es una de las más importantes aplicaciones en la industria alimentaria, porque ralentiza la proliferación de bacterias en los alimentos y permite conservar intactas sus propiedades organolépticas, prolongando el tiempo de conservación.
Los principales dispositivos que encontramos en el ámbito de la refrigeración comercial e industrial, utilizados en la conservación de alimentos son:
- Cámaras frigoríficas
- Vitrinas frigoríficas de exposición para supermercados
- Vitrinas frigoríficas de exposición para pastelerías, bares, heladerías, etc.;
- Frigoríficos usados en las cocinas industriales, incluidas las cámaras de maduración y de fermentación
- Frigoríficos para productos farmacéuticos
- Abatidores
Estos dispositivos difieren principalmente en su apariencia, dependiendo si el producto va a estar visible al público o no, así como en aspectos fundamentales como adecuación a la normativa y la capacidad de refrigeración requerida.
¿Cómo funciona el proceso de refrigeración?
Un ejemplo de un proceso de refrigeración es el ciclo de 4 componentes que son el compresor, condensador, dispositivo de expansión y evaporador. El refrigerador contiene un “refrigerante” que pasa por el sistema en sus diferentes etapas, cambiando entre estado líquido a estado gaseoso. Por medio de un tubo capilar se genera cierta presión que convierte el refrigerante en un gas.
El gas caliente pasa por un condensador que se encuentra atrás del refrigerador para bajar de temperatura. De ahí regresa a su estado líquido con un compresor. Este cambio físico libera y absorbe calor en su proceso y mantiene el refrigerador en una temperatura fría y estable.
De esta manera, el sistema de refrigeración se puede dividir en dos etapas: líquido frío y gas caliente. Estos momentos se reparten con sus partes frías al interior del refrigerador para absorber el calor que emite su contenido y con sus partes calientes al exterior del refrigerador para liberar esa energía y volver a entrar como un líquido frío, y así continuamente para asegurar un flujo constante y funcional.
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