Los productos químicos utilizados en laboratorios de diferentes tipos requieren una forma específica de almacenamiento, entre la que se incluye, por supuesto, la refrigeración. Un manejo adecuado de los materiales de riesgo minimiza el peligro de accidentes y preserva la vida útil de los compuestos.
¿Cómo se deben almacenar los productos químicos?
En general, los productos químicos deben guardarse en estanterías con letreros visibles con el nombre del producto, la información de sus riesgos y los procedimientos a aplicar en caso de emergencia; se ordenarán por filas de sustancias compatibles entre sí, y las sustancias incompatibles estarán aisladas en islas o separadas por materiales inertes.
Sin embargo, los productos químicos de laboratorio son estables sólo dentro de un límite de temperatura determinado, y algunos, como los de alta pureza y los líquidos inflamables, necesitan además conservarse a bajas temperaturas; por consiguiente, la refrigeración se vuelve indispensable.
No es recomendable utilizar un congelador doméstico para el almacenamiento de productos químicos, ya que existe riesgo de contaminación y, además, dichos congeladores no cuentan con características de seguridad adicionales para evitar y minimizar riesgos como derrames, accidentes y acumulación de gases tóxicos. Un refrigerador para productos químicos está especialmente diseñado con ese propósito.
La refrigeración de productos químicos: prácticas y espacios adecuados.
Los refrigeradores para el almacenamiento de productos químicos deberán, antes que nada, mantener todos los componentes que produzcan chispa fuera de la cámara de refrigeración. Necesitan incluir también un calentador de descongelamiento, un interruptor de control de descongelamiento, una unidad de compresor y ventilador.
Será necesario realizar limpieza y descongelación más frecuentemente que en un refrigerador doméstico, y durante estos procedimientos se tendrán que observar las precauciones de rigor: guantes e instrumentos de limpieza desechables, atención prioritaria a los derrames, uso de un solvente suave que no dañe los componentes del compartimiento interior de la cámara y la eliminación de los residuos de forma responsable.
Se debe poner especial atención a las fallas de energía, ya que los productos congelados se encuentran bajo presión, y el cambio de temperatura de la cámara frigorífica puede resultar en la acumulación de vapores tóxicos o inflamables dentro del espacio cerrado. Jamás hay que almacenar otra cosa que no sea productos de laboratorio en estas cámaras frigoríficas.
Componentes especiales
El amoníaco (NH3), un gas incoloro, pero de olor penetrante, es un refrigerante natural que se utiliza frecuentemente en las cámaras frigoríficas para el almacenamiento de productos químicos.
Tiene mayor eficiencia energética que otros productos de refrigeración, su costo es mucho menor y su impacto sobre el medio ambiente es mínimo. Aunque en altas concentraciones es tóxico, el gas en sí es más ligero que el aire y se dispersa rápido, lo que lo vuelve también más seguro en su manipulación.
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